Dicen joven murió desangrado en clínica porque no depositó 100 mil pes

Santiago. Familiares de un joven que murió desangrado en una clínica de Santiago denunciaron que el personal médico lo dejó morir porque no tenían 100 mil pesos que le exigieron como depósito.

Explicaron que tras ser víctima de un atraco  lo llevaron a la clínica Unión Médica y que no lo quisieron atender, “estando vivo”, porque para atenderlo había que depositar la suma de 100 mil pesos.

“Él estaba vivo y se murió porque no lo atendieron en la clínica porque había que depositar un dinero y no teníamos en ese momento. Fue trasladado al Hospital en una camioneta atrás, sin ningún tipo de cuidado y se desangró. Por eso murió, pero él estaba vivo y consciente. Nosotros estamos muy tristes porque era un buen amigo y un muchacho sano”, sostuvo.

El padre de la víctima, Eddy Rafael López, chofer del concho de la ruta K solicitó al jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, realizar una investigación a fondo para dar con los culpables del  hecho.

“Este niño fue criado con todas las de la ley, buen estudiante, y se iba a estudiar para España, para que un grupo de delincuentes que están acabando en Santiago, venga y me lo mate. Esto no es justo”, observó.

Sobre el hecho. “Nos encañonaron y primero le quitaron el motor a dos de nuestros amigos, dejándolos a pie y luego a dos más. Entonces comenzaron a tirar y uno de los tiros le dio a uno de nuestros compañeros. Nosotros estábamos dando un paseo”.

Esa es la narración que hizo Yanilda Franco, quien viajaba con un grupo de amigos cuando alegadamente desconocidos se dispusieron a atracarlos, hecho durante el que un joven de apenas 18 años, resultó herido.

Según narró los desconocidos trataron de despojar a Eddy Miguel López Pichardo de su motocicleta próximo a la autopista Duarte.

Agregó que López Pichardo, residente en la urbanización Padre las Casas, viajaba junto al grupo, cuando fueron interceptados por un grupo de cuatro quienes los encañonaron.

Contó que al percatarse de que lo estaban siguiendo, se refugiaron en la  fortaleza Fernando Valerio, cercana al lugar donde sucedió la tragedia.

Manifestó que no encontraron apoyo, por lo que  siguieron la ruta y al llegar al  Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), se dieron cuenta que de nuevo el grupo los estaba esperando.