VIDEO: Familias rotas por la imprudencia
El mal estado de las carreteras, la mala o escasa legislación, la indolencia de las autoridades y la corrupción son, en gran parte, los causantes de estas muertes. Sin embargo me faltó por enumerar una, quizás la más importante: la imprudencia de los conductores.
El uso de teléfonos móviles al volante, la conducción bajo efectos del alcohol, sobrepasar los límites de velocidad o simplemente el me vale el semáforo en rojo puede llevar a apagar vidas.
Vidas como la de Michelle Estrada, una joven nutrióloga de 24 años con mucho futuro por delante que falleció la semana pasada en el cruce de Miguel Alemán y la avenida Churubusco, en Monterrey. Ella pasa a engrosar la lista negra de los fallecidos en las carreteras de este país pero, al igual que los feminicidios, homicidios o cualquier otro tipo de crimen, esta muerte no debe quedar impune, que no se quede como un número más en las fatales estadísticas.
Ya nadie le devolverá la hija a sus padres ni nada ni nadie podrá resarcir el dolor que sufren los familiares o los amigos, sin embargo sí se puede hacer algo: luchar contra la imprudencia, contra los excesos y contra los asesinos en potencia que cada día salen a las carreteras al volante.
Las autoridades han de poner coto a la imprudencia, concienciar a la sociedad y aplicar la ley para evitar que un domingo más, otra familia amanezca rota porque ha perdido a un hijo, familiar o amigo.
En memoria de Michelle Estrada García.
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