El alcalde de Washington comunicó que el ataque de tres hombres armados en el cuartel naval de la Armada de Estados Unidos dejó al menos 12 muertos, según reportó la cadena CNN.
Un agresor resultó abatido, aunque habría otras dos personas implicadas en el ataque, de acuerdo con la jefa de la Policía local, Cathy Lanier. Minutos antes, dos oficiales navales habían confirmado a la agencia estadounidense de noticias AP que al menos seis civiles habían muerto. Esta información fue replicada por diversos medios locales. “Tenemos a uno de los atacantes que creemos que estuvo involucrado en esto, quien ha fallecido. La principal preocupación para nosotros ahora es que potencialmente tenemos otros dos atacantes que aún no han sido localizados”, dijo. Los tiradores eran buscados en un edificio que alberga la sede central del Comando de Sistemas Navales del Mar, según reportes de la cadena NBC. La Marina informó en un comunicado que el tiroteo ocurrió en cuarteles altamente custodiados, donde trabajan unas 3.000 personas. El diario The Washington Post reportó que los atacantes fueron tres. Las autoridades informaron que uno de ellos está muerto. Decenas de vehículos policiales y de emergencias rodeaban el complejo ubicado en el sudeste de Washington, que está a 1,6 kilómetros al sur del Capitolio. La Marina, en un mensaje en Twitter, confirmó que se busca a un individuo armado en la instalación donde tienen su sede la Jefatura de Operaciones Navales y otras unidades militares. Todd Brundidge, asistente ejecutivo del Comando, dijo que él y otros trabajadores se encontraron al tirador en un largo pasillo del tercer piso del edificio. El atacante estaba vestido todo de azul. “Simplemente volteó y comenzó a disparar”, dijo Brundidge. Terrie Durham, otra asistente ejecutiva, dijo que ella también vio al hombre disparar hacia ella y Brundridge. “El tirador apuntó alto y falló”, explicó. “No dijo nada. En cuanto nos dimos cuenta de que estaba disparando, tratamos de salir del edificio”. Rick Mason, un analista civil de programas en la Armada, dijo que el agresor estaba disparando desde una terraza del cuarto piso, apuntándole a personas en la cafetería del edificio en el primer piso. Mason podía escuchar los disparos, pero no vio al hombre. Al sitio concurrieron unidades de operaciones especiales de la Policía Metropolitana y agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI). Se ha emitido una orden de “refugio en el sitio”, que obliga a los empleados a encerrarse en sus respectivas oficinas mientras se lleva a cabo la búsqueda de la persona sospechosa. La Policía Metropolitana extendió su vigilancia a los vecindarios circundantes y la intensificó en torno al Capitolio, a un par de kilómetros de la sede naval.
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