El incidente alborotó el domingo pasado la céntrica plaza de Restauradores de la capital lisboeta cuandoun hombre encapuchado introdujo a la fuerza a las dos mujeres en una furgoneta blanca, informó hoy la policía portuguesa.
Los transeúntes alertaron de los hechos en varias llamadas al teléfono de emergencias, por lo que varios coches patrulla con veinte agentes accionaron un dispositivo de persecución.
Una vez detenida la furgoneta y revelada la farsa, los policías arrestaron a las dos turistas y a los cuatro trabajadores de la compañía que ofreció el servicio, entre los que estaba la propia gerente.
Las dos turistas, que pretendían animar el viaje organizado junto a nueve amigas por su 40 cumpleaños, encargaron la sorpresa a una empresa portuguesa que, según se define en su web, tiene como objetivo "raptar turistas y obligarlos a amar Lisboa".
Los detenidos fueron puestos en libertad y se enfrentan a cargos por la simulación de un delito, lo que puede suponer una pena de 120 días hasta un año de prisión, según medios portugueses.
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